jueves, 25 de noviembre de 2010

Experimentar


Cuando yo era una niña e iba a la colegio, lo que más me gustaba era cuando salíamos de excursión o cuando hacíamos experimentos. Hacer experiencias me encantaba, así implicase un jugo de repollo hervido con un olor asqueroso.

Hace unos días, mientras disfrutaba de mi tiempo libre pensé: “Las experiencias lo son todo “y elaborando un poco mas ese pensamiento en estas líneas, me doy cuenta que definitivamente es así. Que las experiencias a cada uno de nosotros nos conforman y nos hacen ser como somos, nos hacen ser quienes somos.

Cada momento, cada situación es un experimento, y nosotros seríamos en ella un elemento  de la  lista de materiales. Somos un material, que en diferentes circunstancias va mutando, creciendo, desapareciendo. Jamás sabremos quién es el científico que nos manipula ni que es lo que quiere probar de nosotros.

De lo malo que nos pasa se aprende, quizás mucho más que de las cosas buenas. Lo bueno se disfruta en el momento y pasa porque era lo “esperable” o lo que se deseaba. Pero cuando algo nos agarra desatentos y actúa a modo de tormenta que desequilibra la estabilidad en la que estábamos inmersos, ahí es  creo donde más aprendemos, lo que más nos marca, sería como el experimento de germinación, el poroto tiene q estar pegado a un vidrio viendo el afuera, pero inmovilizado por el papel secante, se la banca, y después da brotes, crece, se expande, vive.

Aunque en el momento no podamos darnos cuenta, pasar por momentos malos tiene su lado positivo, te deja algo, como si fuese un cuento con moraleja. Nos da herramientas para poder enfrentar problemas futuros de una manera más madura si se quiere, o funcionan brindándonos  una nueva perspectiva para ver las cosas. 



martes, 16 de noviembre de 2010

- x - = +


Hay diferentes modos de abordar lo que no nos gusta, los problemas que tenemos, las cosas que debemos  hacer en determinados momentos y que vamos postergando por H o por B.

Para muchas cosas soy impulsiva y voy feliz por la vida cometiendo errores pero con convicción de que si hago algo, por algo es. Sin embargo, cuando las cosas no están bien, cuando hay algo que no está bueno o que no quiero hacer elijo negar, elijo no ver. Claramente, es algo que no está bien. No se puede andar por la vida con antiparras virtuales viviendo nuestra propia realidad. Por el solo hecho de que somos seres sociales y que cada decisión que tomamos afecta a otra persona de manera directa o indirecta.

Cuando vamos por la calle y hay una persona pidiendo y pasan cientos de personas, quizás tres de cien la ayudan ¿Y el resto qué? Hoy pensando esto, llegue a la conclusión de que somos socialmente negadores, no estoy descubriendo América y también es verdad que los tres que ayudaron son parte de la sociedad y ayudaron a un otro. Pero acá viene una frase hecha a salvarme y dice “La excepción confirma la regla”.

No mirar, tapar, esconder, no decir: son todas cosas negativas que acarrean consecuencias. Quizás lo que tenemos que empezar a hacer es negar que negamos, dejar de decir “Yo niego”(aunque no todos tienen la capacidad para hacerlo) por el ” Yo no niego”. Porque las matemáticas siempre tienen razón y en definitiva menos por menos es más. Y si miramos, escuchamos, enfrentamos y resolvemos hoy los problemas de  hoy , hay más posibilidades de disfrutar mañana.

Soné muy libro de autoayuda??